28/12/08

El entretenimiento en Roma: Teatro


“Panem et circenses”

Juvenal en sus Sátiras.

Como bien decía Juvenal, había que darle al pueblo (además de pan) un entretenimiento, para que no estuvieran tan pendientes del hambre, enfermedades, pérdida de familiares en las guerras, etc.

Dedicaré varios artículos a cada uno de los principales entretenimientos de los Romanos. Uno de ellos era el teatro.

Usando un texto de “El primer hombre de Roma”, pondré en boca del dictador Sila, lo que opinaban los ciudadanos del teatro. Y si sabemos leer entre líneas, poco más habrá que añadir.

               “A los tres les encantaba el teatro, pero no las obras intelectuales
griegas de Sófocles, Esquilo y Eurípides, con máscaras y profundas voces
gruñonas declamando poesía altisonante. No, a ellos les gustaba la comedia,
las obras latinas de Plauto, Nevio y Terencio, jocosas y desternillantes; y por
encima de todo, las simplezas mímicas y estúpidas representadas sin
máscaras con rameras desnudas, tontos torpes, prostitutas que aparecían
a toque de trompeta, bromas pesadas traídas por los pelos y tramas
inverosímiles improvisadas sobre la marcha e inspiradas en repertorios
clásicos. Mariquitas altas con culos postizos cimbreantes, el movimiento
de un dedo más elocuenteque mil palabras, suegros con los ojos
vendados que confundían tetas con melones maduros, adúlteros
locos y dioses borrachos. Nada era sagrado en el reino de Mimo.
               Tenían amistad con todos los comediantes y directores de Roma
y consideraban que una fiesta no era fiesta si no acudía un elenco de
"nombres". Para ellos el teatro trágico no existía, y en eso eran
auténticos romanos, porque los romanos eran partidarios de la carcajada.”

El teatro pues, era un sitio del pueblo, pero también de la nobilitas de más abolengo. Claro está, que para marcar las diferencias, caballeros (los équites) disponían de las primeras filas reservadas, justo después de las de los senadores (legislado en el 67 A.C. por la Ley Roscia) y los patricios, mandaban a sus esclavos a que les reservasen un buen puesto. Todos se arreglaban mucho para acudir a las representaciones, pues el cotilleo era común mientras se esperaba pacientemente, a que la obra empezara (como también ocurría en el Circo), ya que los que no tenían asientos reservados, podían pasar horas esperando, para poder optar a oír a los personajes. Y eso también era aprovechado por vendedores ambulantes (al más puro estilo de Y-Voy-A-La-Ruina Escurridizo), que vendían garbanzos tostados o salchichas.

Como indica el texto, había varios tipos de obras:

-Las de origen griego: En su mayoría tragedias de grandes autores, gestas épicas y declamaciones de poesías, que los más no entendían, al estar en griego, lengua al alcance de los más ricos. Menos populares que el resto.

-Las desternillantes comedias romanas: Divertidas, dignas de competir con los más actuales maestros del absurdo (¡Ay! Esa muchachada…). Llenas de bromas, malentendidos y gestos soeces, que hacían las delicias del público romano.

-Mimo, mimus: En principio fue una modalidad teatral griega; el mimo atraía entusiastas seguidores en Roma y siguió adquiriendo popularidad a partir del siglo III AC. Si los actores, en la comedia y la tragedia, llevaban máscara y tenían que ajustarse estrictamente a la métrica y acentuación del verso, en el mimo no sucedía así, sino que aplicaban una técnica parecida a la improvisación. El repertorio era amplio, pero en las representaciones no se recurría a un diálogo memorizado. El mimo estaba considerado teatro vulgar, indecente y bajo, y más por los que gustaban del auténtico teatro trágico y cómico, pero su espectacular popularidad en los juegos romanos hizo que pronto desplazase a un segundo lugar al drama clásico. No cabe duda de que el mimo debía de ser muy divertido; parece que perduró en los personajes de repertorio de la commedia dell'arte, y el disfraz de Arlequín recuerda el centuculus del loco del mimo romano, por ejemplo.

No confundamos con los mimos que se contrataban en los funerales, de los que hablaremos en otro post.

Los actores llevaban las vestiduras correspondientes a los distintos papeles y el de las mujeres era realizado por los hombres. Las obras se hacían en verso.


Hasta la construcción del grandioso Teatro de Pompeyo (Pompeium Theatrum o theatrum marmoleum), englobado a su vez en un gran complejo llamado Curia Pompeii, los teatros se colocaban de forma ambulante en plazas o lugares públicos, pues se consideraba “de Griegos” (en el tono más peyorativo y despectivo posible), el tener un edificio consagrado sólo a tal fin. Este teatro, construido en el 55 AC (5 años antes del vivo) fue el primer edificio realizado en mármol en Roma. Y fueron muchos los romanos que pensaron que era digno de los decadentes y trágicos griegos. (Pronúnciese “griego” con la boca torcida y casi escupiendo.). Se componía de la scaena, orchestra, caveas (ima, media y summma) y el balteum. El espacio destinado a los espectadores, en forma de anfiteatro, era capaz para varios miles de personas.


Una macabra anécdota importante de este teatro es que los conspiradores que asesinaron a César, lo hicieron allí. Convocaron al Senado en la Curia Pompeii, ya que el teatro se encontraba fuera del Pomerium, el recinto sagrado de Roma, donde era alta traición el llevar armas. Así, al menos, no serían condenados a muerte, si algo salía mal. Sabían cubrirse las espaldas, estos tipos.

Recordemos que los quirites (el nombre que se daban a sí mismos los romanos) presumían de austeros, aunque de puertas para dentro, eran unos hedonistas, no obstante de boquilla ponían a caldo a orientales, griegos y bárbaros de mala calaña. Pero preferían las casposas obras de Bolitón a las de Homero o Píndaro. Eso dice mucho de ellos.

4/12/08

CALENDARIO ROMANO


“Tempus fugit”

1.- Los años:

El conteo de los años se hacía de dos maneras:

-La Oficial: Ad Vrbe Condita (AVC) que significa “desde la fundación de la Ciudad” (Roma, of course…). Aunque hay controversia en la fecha exacta de dicha fundación, tomaremos la que por consenso parece más cercana a la realidad. 753 AC. con lo que si estamos en el año 50 AC, será el año 704 AVC. Y el año próximo: 49 A.C. será el 705 AVC. Esta datación se usaba sobre todo para fechar los hechos históricos.

-La coloquial: Los romanos distinguían las fechas según el cónsul o monarca a la sazón en el poder. Así, para designar el año 216 AC., solía decirse el "año de Lucio Emilio Paulo y Cayo Terencio Varrón", o, para indicar el 44 AC., el "quinto consulado de Julio César". Dichos nombres estaban inscritos en las Piedras capitulares.

El año 704 AVC corresponde con el año de Cayo Claudio Marcelo (personaje en el vivo) y Lucio Emilio Lépido Paulo (familiar de un pj del vivo) o más reducido: Es el año de Claudio y Lépido.

Para ver la lista completa de cónsules romanos: http://es.wikipedia.org/wiki/Anexo:C%C3%B3nsules_romanos_%28Per%C3%ADodo_Republicano%29

Una anécdota en relación con la datación por cónsules: En el 59 AC el cónsul colega de César fue Marcus Calpurnius Bibulus, quien no podía contrarrestar las imposiciones de César y terminó recluyéndose en su casa utilizando, en vano, pretextos religiosos para declarar nulas las propuestas de César. Pero César pudo aprobar la mayoría de las medidas que propuso y por esto, como si hubiera gobernado solo, de manera jocosa, la gente se refería a este año como el de "Julio y César" en lugar del año de César y Bíbulo. César, ganando amigos…

  1. Meses del año:

Tras ver que el calendario de época de Rómulo, no encajaba bien con las épocas del año, se realizó una reforma atribuida por los historiadores al rey Numa Pompilio, segundo rey de Roma. Entre diciembre y marzo se añadieron dos nuevos meses: enero y febrero. Desde mediados del siglo II a.C., el año, que hasta entonces había empezado en el mes de marzo, pasó a comenzar en enero. Así el año pasó a durar 355 días: febrero tenía 28 días, marzo, mayo, julio y octubre 31, y el resto 29. Como tras la reforma de Numa Pompilio las cosas no se arreglaron, ya que seguía el calendario lunar oficial desfasado con el curso estacional, basado en el ciclo solar, se optó por añadir cada cuatro años dos meses, uno de 22 y otro de 23 días, denominados Mercedonios o Intercalares.

El año para los romanos comenzaba en marzo, cuando se decidían las campañas militares del año, por lo que los nombres de los meses en orden son Martius, Aprilis, Maius, Iunius, Quintilis, Sextilis, September, October, November, December (dura 29 días y es el último del año), Ianuarius y Februarius.

Más tarde se cambiarían dos nombres de mes: Quintilis= Iulius, por Julio César y Sextilis=Augustus, en honor a Octavio Augusto. Pero en la presente época, aún no eran vigentes, por razones obvias.

Numa Pompilio, instauró la duración de este calendario lunar, en 304 días, distribuidos en 10 meses (6 meses de 30 días y 4 de 31 días). Pero éste, tenía desfases de tiempo, respecto al calendario solar y los pontífices lo reajustaban anualmente en el último mes, y finalmente se tuvo que añadir un par de meses, pasando a durar unos 355 días. Los reajustes se hacían con criterios políticos, pero no astronómicos, como determinar el día de pagar a la servidumbre, y se hacía mal uso del reajuste, para prorrogar cargo de un funcionario, adelantar o retrasar votaciones.

Fruto de este carácter civil, es la aparición de las nundinas que dividían el calendario, primordialmente a efectos mercantiles -para que cada persona pudiera acudir a la ciudad cada ocho días para resolver sus asuntos-, en grupos de ocho días señalados en los calendarios epigráficos con las letras A, B, C, D, E, F, G y H.

Julio César pretende ajustar el calendario romano al solar, reforma que traerá ventajas a algunos y desventaja a otros (sobre todo a los políticos). Unos tachan la reforma de populista y otros, como una bendición.

  1. Los días:

Los romanos no marcaban cada día con un número, sino con un nombre. Cada mes se dividía en tres épocas, llamadas kalendae, nonae e idus, que señalan respectivamente los días 1º, 5º y 13º, pero en los meses de Marzo, Mayo, Julio y Octubre, las nonae eran el día 7º y las idus el 15º.

Estos días señalados de cada mes se dicen en latín con los ablativos kalendis, nonis e idibus, seguidos del nombre del mes en genitivo. Por ejemplo, el 1 de Enero sería kalendis Ianuarii.

El día anterior o posterior a cualquiera de esos días se expresa con los adverbios pridie y postridie, seguidos del nombre correspondiente en genitivo o acusativo. Por ejemplo, el 31 de Diciembre sería pridie kalendarum Ianuarii o pridie Kalendas Ianuarii.

Los Idus son el punto cumbre del mes, dado que sobre ellos gira el cómputo del tiempo. Correspondería al día en que se produce la luna llena.

Para los más friks:

Los demás días del mes se expresan en relación a la época más próxima siguiente, contando los días que median entre la fecha y la época, ambos inclusive, y poniendo el número que resulte en ablativo, con el ordinal concertado con die, después el nombre de la época en acusativo, regido de ante, y a continuación el nombre del mes en genitivo o en acusativo concertando con el sustantivo que designa la época.

Por ejemplo, para poner el 7 de Enero hay que contar los días que median entre el 7 y el 13, que es el día de las idus (la época más próxima siguiente), ambos inclusive, o sea, 7; diremos, pues, septimo die ante idus Ianuarii vel Ianuarias. Con frecuencia la preposición ante, se antepone al sustantivo dies o al ordinal, designando la fecha, no del día precedente, sino del día mismo que se cita. Por ejemplo, ante diem XIII kalendas Ianuarias (Cic.), es el 16 de Diciembre (el día de antes del 13º, hasta las calendae de Enero: Kalendae= 1 enero-13 días= 17, como pone “ante”, es el día anterior al 17, o sea, el 16 de diciembre.). Pero tampoco está claro, pues contaban el día desde el que contaban y el que querían nombrar.

Resumiendo:

En el vivo, al ser la fecha el 17 de diciembre, lo debemos nombrar a partir de los idus de diciembre (el día 13). Pasaremos de tanta rimbombancia, pues lo importante es que “suene” a romano. Ejemplo: La fecha del vivo sería: Quarto diem idus decembrarias. O si se quiere aludir al fin de mes, ante diem XIII ante calendas Ianuarias.

O si no os acordáis, pues es muy difícil: Cuatro días tras los idus de diciembre o trece para kalendas de enero.

Los días de la semana (dies) se llamaban: Solis, Lunae, Martis, Mercurii, Iovis, Veneris, Saturni. En el lenguaje eclesiástico, Dominica (dies), Feria 2ª, 3ª, etc. Sabbatum. Mezclados, han pasado estos nombres a las lenguas neo-latinas: Domingo, Lunes…, Sábado.

Como hay confusión en el día de la semana, debido a los cambios de calendario que se produjeron después, supondremos que este año es especial y las Saturnalia caían en el día de Saturno: Saturni o Sábado, como en la vida real, vamos.

División administrativa de los días:

Cada día en la vida de Roma, tenía una cualidad. Veamos a continuación los principales “tipos de día” romanos:

-Comitialis: Días ordinarios en los que el pretor podía hacer justicia y los magistrados podían reunir al pueblo en asambleas ordinarias.

-Feriae: Festividad a un Dios, prohibido trabajar. Hoy es este tipo de día.

-Fasti: Días en los que, pese a poder llevarse a cabo juicios, no se podía reunir al pueblo en asambleas profanas.

-Nefasti: Según Varrón, estos días se definen por oposición a los dos anteriores. En ellos ni se puede reunir al pueblo en asamblea, ni el pretor puede rendir justicia; además se prohíben las actividades profanas.

-Intercisi: Estos días tenían la particularidad de ser nefastos por la mañana y por la tarde, pero fastos durante el intervalo.

  1. Partes del día:

Ellos repartían el tiempo de luz (el día) en doce horas. De esta manera, en verano, las horas resultaban más largas que en invierno. Para medir las horas, utilizaban relojes de sol, y más raramente de agua (clepsidras egipcias). A su vez, dividían el día en cuatro partes, llamadas prima, tertia, sexta y nona; la noche, en cuatro vigilias, prima, secunda, tertia y quarta.

Cada parte del día y cada vigilia de la noche, equivalían a tres de nuestras horas. Nótese que durante el día, se cuentan de 3 en 3: Prima, tertia (han pasado tres horas desde prima), etc. En cambio, por la noche se cuentan en orden las 4 partes, de la prima a la quarta.

Esta distribución de la noche en cuatro partes y el propio nombre, guardaban relación con los turnos de vigilancia de los campamentos militares.

Como la prima hora del día, coincidía con el amanecer aproximadamente, haré una tabla de uso en el vivo (nada rigurosa por otra parte). Nos será útil para saber a qué hora del día serán los diferentes actos, y para organizarnos el tiempo durante el vivo.

Hora real

Horario romano

Notas

Día

8-11 AM: Amanece

Hora Prima

Desayuno

11 -14 AM: Mediodía

Hora Tertia


14-17 AM

Hora Sexta

Hora de comidas y “siesta”.

17-20 AM: Anochecer

Hora Nona


Noche

De 21 a 23 H

Prima vigilia

Hora de cenas

De 23 a 2 AM

Secunda vigilia


De 2 AM a 5 AM

Tertia vigilia

Fin de rondas de juego del viernes.

Fin del vivo del sábado.

De 5 a 8 AM o amanecer

Quarta vigilia


4.-El día 17 de diciembre:

Por ser el día de las Saturnalia, y feriae (Las “feria” eran días en que estaba prohibido trabajar, por estar dedicados a honrar a los dioses) no se podía tomar ninguna decisión importante, pero el día 18, que es comitialis (a partir de la Secunda vigilia nocturna) ya es otro cantar. Por ello, si hay que tomar alguna decisión, juicio, detención, bla bla, será (como siempre) a partir de las 2 de la mañana, sólo que esta vez, tendréis mucho tiempo previo.

En resumen, la fecha del vivo sería Saturni, 4º día tras los idus de december (o 13 para kalendas de Ianuarius) del año 704 AVC o del año de Claudio y Lépido.

Todos los ciudadanos romanos y peregrini conocían las fechas, pero…¿qué ocurría con los esclavos? Os copio un texto que refleja un poco el desconocimiento de éstos ante una fecha como las Saturnalia.

“En todo caso, los esclavos rurales, conocerían la fecha aproximada de la celebración de estas fiestas tomando como referencia el principio o el fin de sus labores agrarias. Partiendo de esta ignorancia, nos es fácil imaginar a unos esclavos, como los de Catón, perplejos por el hecho de que su amo les concediese una ración doble de vino para que celebrasen las Compitalia o Saturnalia, dado que celebrando unas fiestas, que tal vez no comprendieran, y ajenos al pacto que el Estado tenía con los dioses (Pax Deorum), no podían concebir la responsabilidad religiosa que el Estado depositaba sobre ellos. Perplejidad que cabe extender a los esclavos de los grandes tratadistas de la agricultura (Saserna, Varrón, Columela o Plinio), y en definitiva al conjunto de la esclavitud agrícola. Otro tema eran los espabilados esclavos de la ciudad, que posiblemente oirían los bandos o verían que se preparaban las Saturnalia y estarían más enterados de lo que se avecinaba.”


http://www.ucm.es/BUCM/tesis/19911996/H/0/AH0029701.pdf

Tesis doctoral sobre calendario romano y festividades con esclavos.

http://es.wikipedia.org/wiki/Calendario_romano

Para aclaraciones sobre los nombres de los meses.